1 de octubre de 2023
Monición de entrada:
Queridos hermanos: la
parábola que se lee hoy en el Evangelio de Mateo nos relata la actitud de dos
hermanos. Uno, hipócritamente dice que sí a la petición del padre, y luego no
cumple con lo prometido. El otro hermano dice primero que no, pero recapacita,
se arrepiente y hace lo que su padre le indica. Es, pues, el domingo del
arrepentimiento y de la verdad, que reina sobre la hipocresía y la mentira. Dispongámonos,
pues a iniciar la
Eucaristía con el firme propósito de revisar nuestro Sí.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Padre, de misericordia infinita, te presentamos estas necesidades de tu pueblo caminante.
1. Por la Iglesia, el Papa, los obispos, sacerdotes y laicos comprometidos, para que utilicen todos los medios de comunicación para que la Buena Nueva llegue a todos los rincones de este mundo. Roguemos al Señor.
2. Para que se consiga la paz entre los pueblos de la tierra. Roguemos al Señor.
3. Por los gobernantes del mundo, especialmente los de los países pobres, para que se identifiquen con sus pueblos y luchen con ellos por una vida mejor. Roguemos al Señor.
4. Por los marginados de nuestra sociedad, para que veamos en ellos a nuestros hermanos y los ayudemos tanto de palabra como en la acción. Roguemos al Señor.
5. Por esta comunidad, para que recibamos al recién llegado y le brindemos nuestra hospitalidad ayudándole a sentirse como parte nuestra. Roguemos al Señor.
6. Por los misioneros de la Iglesia, para que con la ayuda de todos lleven el mensaje de amor, esperanza y fe en nuestro Señor Jesucristo. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Atiende Señor, con tu infinita misericordia todas las súplicas que te hemos presentado y también aquellas necesidades que cada uno tiene en su corazón.
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, 1993)
Te damos gracias, Padre, porque nos llamas a vivir
en comunión eclesial con los hermanos y nuestros pastores,
y nos invitas a aportar calor fraterno a la convivencia
y nuestra colaboración al servicio común del Evangelio.
Queremos vivir unidos como hermanos en Cristo Jesús.
Tú que eres más fuerte que nuestras divisiones,
perdona nuestro desamor, recelos y desconfianzas mutuas.
Concédenos, Señor, asumir nuestra propia responsabilidad,
en la edificación interna de la comunidad cristiana.
y en la difusión de tu Reino entre nuestros hermanos los hombres,
bajo el impulso de Cristo resucitado. Amén.