(7 de noviembre de 2021)
(1R 17,10-16; Sal 145; Hb 9,24-28; Mc 12,38-44)
MONICION DE entrada.
Bienvenidos a celebrar el Día del Señor.
Hoy celebramos el Día de la Iglesia Diocesana.
Este año se nos dice “Somos lo que tú nos ayudas a ser”.
Pero la labor de la Iglesia va más allá de un día y un lugar. Por eso te pedimos que colabores con tu parroquia ofreciendo tu tiempo, tus cualidades, tu donativo y tu oración.
Colabora con tu parroquia.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Padre nos propones, a través de tu Iglesia, los ejemplos de aquellas dos viudas que dan todo lo que tienen, y que son ejemplo para nuestra débil fe incapaz de responder generosamente a tu mensaje. Por eso te pedimos:
1. – Por el Papa Francisco para que guiado por una fe inquebrantable lleve a la Iglesia de nuestro tiempo a la Luz y la Verdad que nos viene de Dios. Roguemos al Señor.
2. - Por nuestra iglesia diocesana: obispo, sacerdotes, consagrados y seglares, para que cada día crezcamos en comunión con el Señor. Roguemos al Señor.
3. – Por los gobernantes y dirigentes de todas las naciones para que atiendan preferentemente a aquellos más desfavorecidos. Roguemos al Señor.
4. – Por los que se sienten solos, abatidos, tristes o abandonados: para que les llegue pronto el amor por medio de su prójimo. Roguemos al Señor.
5. – Por los que están enfermos, por sus familiares y cuidadores, para que se sientan sostenidos por el Señor. Roguemos al Señor.
6. – Por los ancianos, para que no carezcan de lo mínimo para vivir, tanto material como afectivamente. Roguemos al Señor.
7. – Por todos los que participamos de esta Eucaristía, para que el Señor nos fortalezca y sepamos dar hasta lo necesario. Roguemos al Señor.
Sacerdote.: Padre, atiende estas peticiones y alcánzanos la fe para comprender tu mensaje. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Te alabamos, Padre, porque en la viuda pobre y generosa Cristo nos mostró un ejemplo vivo de religión verdadera, modelo de la adoración y entrega que él practicó y tú prefieres. Nuestras calculadoras no coinciden con tus matemáticas, Señor, porque donde nosotros sumamos cantidad, tú multiplicas calidad.
Enséñanos hoy a conjugar los verbos dar y compartir, para entregar a los demás amor y acogida, respeto y sonrisa, amistad y tiempo, comprensión y felicidad, alegría, vida y pan.
Danos, Señor, una fe que nos lleve al
desprendimiento y la auto-donación, y concédenos la generosidad de los pobres,
para que nos entreguemos por entero a ti y a los hermanos. Amén.
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