sábado, 6 de noviembre de 2021

Moniciones Domingo 32 del Tiempo Ordinario - Ciclo B -

 (7 de noviembre de 2021)

(1R 17,10-16; Sal 145; Hb 9,24-28; Mc 12,38-44)

MONICION DE entrada.

Bienvenidos a celebrar el Día del Señor.

Hoy celebramos el Día de la Iglesia Diocesana.

Este año se nos dice “Somos lo que tú nos ayudas a ser”.

Pero la labor de la Iglesia va más allá de un día y un lugar. Por eso te pedimos que colabores con tu parroquia ofreciendo tu tiempo, tus cualidades, tu donativo y tu oración.

Colabora con tu parroquia.

 


ORACIÓN DE LOS FIELES 

Sacerdote: Padre nos propones, a través de tu Iglesia, los ejemplos de aquellas dos viudas que dan todo lo que tienen, y que son ejemplo para nuestra débil fe incapaz de responder generosamente a tu mensaje. Por eso te pedimos:

1.     – Por el Papa Francisco para que guiado por una fe inquebrantable lleve a la Iglesia de nuestro tiempo a la Luz y la Verdad que nos viene de Dios. Roguemos al Señor.

2.     - Por nuestra iglesia diocesana: obispo, sacerdotes, consagrados y seglares, para que cada día crezcamos en comunión con el Señor. Roguemos al Señor.

3.     – Por los gobernantes y dirigentes de todas las naciones para que atiendan preferentemente a aquellos más desfavorecidos. Roguemos al Señor.

4.     – Por los que se sienten solos, abatidos, tristes o abandonados: para que les llegue pronto el amor por medio de su prójimo. Roguemos al Señor.

5.     – Por los que están enfermos, por sus familiares y cuidadores, para que se sientan sostenidos por el Señor. Roguemos al Señor.

6.     – Por los ancianos, para que no carezcan de lo mínimo para vivir, tanto material como afectivamente. Roguemos al Señor.

7.     – Por todos los que participamos de esta Eucaristía, para que el Señor nos fortalezca y sepamos dar hasta lo necesario. Roguemos al Señor.

 

Sacerdote.: Padre, atiende estas peticiones y alcánzanos la fe para comprender tu mensaje. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS

 

Te alabamos, Padre, porque en la viuda pobre y generosa Cristo nos mostró un ejemplo vivo de religión verdadera, modelo de la adoración y entrega que él practicó y tú prefieres. Nuestras calculadoras no coinciden con tus matemáticas, Señor, porque donde nosotros sumamos cantidad, tú multiplicas calidad.

Enséñanos hoy a conjugar los verbos dar y compartir, para entregar a los demás amor y acogida, respeto y sonrisa, amistad y tiempo, comprensión y felicidad, alegría, vida y pan.

Danos, Señor, una fe que nos lleve al desprendimiento y la auto-donación, y concédenos la generosidad de los pobres, para que nos entreguemos por entero a ti y a los hermanos. Amén.

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