(13 de marzo de 2022)
En nuestra vida diaria vivimos momentos de tormenta y momentos de calma; días de lluvia y días de sol; temporadas de sufrimiento y temporadas de gozo.
En un ambiente de oración, el evangelista quiere mostrarnos quién en Jesús y cuál es su misión.
Los discípulos ven en Jesús un rostro transformado, radiante de luz, como un anticipo de su resurrección, pero primero tendrá que pasar por su pasión y resurrección.
Celebramos la Eucaristía que fortalece nuestra fe en los momentos duros si escuchamos a Jesús.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Elevamos nuestra oración a Dios nuestro Padre, para que con toda la comunidad de creyentes, confirmados en la misma fe, demos razón de esperanza ante todos los hombres.
1. Por la Iglesia, reunida en oración, en este tiempo de cuaresma; para que manifieste con su testimonio la presencia de Cristo. Roguemos al Señor.
2. Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los religiosos y religiosas; para que el Señor les conceda la gracia de ayudar a todos los hombres a crecer juntos en justicia, libertad y amor. Roguemos al Señor.
3. Para que nos solidaricemos con los que sufren la guerra y que hoy viven con miedo y angustia. Roguemos al Señor.
4. Para que el Señor sostenga la esperanza de todos los que en Rusia, Ucrania y Yemen buscan la justicia y la paz. Roguemos al Señor.
5. Para que Dios envíe el Espíritu Santo, el Espíritu de la Paz, para inspirar a los líderes de las naciones y a todos los pueblos. Roguemos al Señor.
6. Por los que viven la experiencia del dolor; para que no se dejen vencer por el desánimo y sientan cerca al Señor. Roguemos al Señor.
7. - Para que el Sínodo produzca abundantes frutos de santidad en todos los bautizados, mediante una sincera conversión al Señor. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Padre, Tú que haces posible que nuestro corazón pueda creer y esperar, concédenos la gracia de vivir cada día más cerca de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Después de la comunión
(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo San Pablo, España, 1993, p. 451)
Gracias te damos, Señor, Dios Padre nuestro,
por la esperanza que alientas en el corazón de tus hijos:
Jesucristo, tu Hijo y nuestro Salvador, el Señor transfigurado,
transformará nuestra condición terrena y caduca
según el modelo de su condición gloriosa y eterna,
con esa energía que posee para sometérselo todo.
Necesitamos, Señor, contactar contigo por la oración,
para reafirmarnos en nuestra propia identidad cristiana,
para serte fieles en el momento de la prueba de la fe,
para vivir como hijos tuyos y hermanos de los hombres,
para anticipar en la noche de la luz esplendorosa de pascua.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario