sábado, 24 de abril de 2021

Moniciones Domingo IV de Pascua - Ciclo B -

(actualización 21 de abril de 2024)

(Hch 4,8-12; 1Jn 3,1-2; Jn 10,11-18)

Monición de entrada

Hoy, domingo de «El Buen Pastor». Celebramos unidas este domingo la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas bajo el lema: «Hágase tu voluntad – Todos discípulos, todos misioneros». El Señor, como oiremos en el Evangelio, se parece a ese pastor que tiene muchas ovejas, de rediles distintos. En el mundo hay gente de muchos pueblos, idiomas, culturas, mentalidades: de todos ellos, sin exclusión alguna, Cristo es el Buen Pastor.

Rezamos en este día por quienes se preparan para ser un día sacerdotes de Jesucristo, y de un modo especial por los que lo hacen en territorio de misión.

Oración de los fieles

Sacerdote: Oremos al Señor nuestro Dios, que nos ha confiado al cuidado de Jesucristo, su Hijo, el Buen Pastor.

1.     Por el papa Francisco, por nuestro obispo N., por todos los obis­pos del mundo. Para que no se cansen de promover la evange­lización de nuestra sociedad y de esa forma, no deje de reso­nar la Buena Noticia del Reino en todos los lugares del mundo. Oremos.

2.     Por las familias cristianas: que se abran a la llamada de Dios y sean generosas cuando el Señor llama a alguno de sus miem­bros. Oremos.

3.     Por los sacerdotes y religiosos y religiosas, para que vivan con entrega gene­rosa su vocación, y que cada día progresen más en su servicio como pastores y consagrados. Oremos.

4.     Por nuestros jóvenes y por los jóvenes de países de misión, para que pierdan el miedo a ser llamados por Dios, y siguiendo el ejemplo de los apóstoles respondan con firmeza y confianza. Oremos.

5.     Por las Iglesias jóvenes, por los que apoyan y cooperan en la tarea misionera de la Iglesia desde sus sufrimientos, su plegaria y su contribución económica. Oremos.

6.     Por todos nosotros, que nos sentimos y somos discípulos de Cristo: que imitemos su vida y demos la nuestra por amor a Él. Oremos.

Sacerdote: ESCÚCHANOS, Señor; que tu bondad y tu misericordia nos acompañen todos los días de nuestra vida, hasta que lleguemos a los pastos eternos, conducidos por tu Hijo Jesucristo, Pastor y puerta del rebaño, que vive y reina por los siglos de los siglos.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993)

Te bendecimos, Padre, por Cristo, nuestro pastor y guía.

Él ha venido para que nosotros tengamos vida en abundancia.

Él es la puerta siempre abierta a todos los hombres,

que nos franquea el paso a tu infinita bondad de Padre,

a tu amor universal y al amor de nuestros hermanos.

Abre nuestras puertas, Señor, rompe nuestros cerrojos,

elimina nuestras defensas y monopolios de gente satisfecha.

Que tu espíritu rompa brecha en nuestros espesos muros

para que nuestra comunidad sea un hogar abierto a todos.

Suscita abundantes vocaciones de servicios entre nosotros

y da a tu pueblo muchos pastores según tu corazón.  Amén.