sábado, 26 de junio de 2021

Moniciones Domingo XIII del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

(Sb 1,13-15;2,23-24; 2Co 8,7.9.13-15; Mc 5,21-43)

Monición de entrada.

Nuestra fe en el Señor nos reúne en comunidad para celebrar la Eucaristía, cada domingo.

Es evidente que en nuestro mundo, en nuestras familias, existen problemas y sufrimientos, unas veces debidos a la pobreza, otras a la enfermedad y a la muerte.

De estas tres cosas nos va a hablar hoy la Palabra de Dios para ofrecernos un rayo de luz, de esperanza y de consuelo.

En esta celebración pidamos al Señor que nos aumente la fe.

 Oración universal: 

Sacerdote: Con plena confianza en el Señor, hagamos nuestra oración por toda la humanidad.

1.     Para que la Iglesia se preocupe en transmitir a nuestra sociedad el mensaje de vida y esperanza que procede del Evangelio. Roguemos al Señor.

2.     Por los pobres, los enfermos, los que sufren dificultades y problemas en su vida; para que no pierdan la confianza en Dios, y nosotros sepamos atenderles con cariño. Roguemos al Señor.

3.     Por los conductores, para que sean prudentes en la carretera y no olviden la responsabilidad de preservar nuestra vida y la de los demás. Roguemos al Señor.

4.     Por los que han comenzado las vacaciones; para que las puedan dedicar al descanso y a la relación gratuita con la familia, con los amigos, con la naturaleza y también con Dios. Roguemos al Señor.

5.     Por todos nosotros; para que, en nuestros problemas o dudas, acudamos a Dios con confianza, sabiendo que él ofrece la paz y la vida. Roguemos al Señor. 

Sacerdote: Padre bueno, escucha nuestras súplicas, auméntanos la fe y no permitas que nunca nos apartemos de Ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

 

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Hoy te bendice nuestro corazón, Dios amigo de la vida,

porque vemos a Cristo resucitando a la niña de Jairo

y devolviendo la salud a la pobre mujer enferma.

Así anunciaba la presencia del reino de Dios entre los hombres

y anticipaba el triunfo definitivo de su propia resurrección.

        Ayúdanos, Señor, a entender que el único camino válido

para tener y dar vida en plenitud fecunda es el estilo

que Jesús nos trazó con su palabra y ejemplo: Si el grano

de trigo no muere en el surco, queda estéril sin producir fruto.

        Con tu Espíritu transfórmanos, Señor, en testigos de tu amor

que crea vida, difunde tu reino y rejuvenece los corazones. Amén.

sábado, 19 de junio de 2021

Moniciones Domingo XII del Tiempo Ordinario - Ciclo B -

(Job 38, 1. 6-11; 2 Cor 5, 14-17; Mc 4, 35-41)

MONICION DE ENTRADA.

Sed todos bienvenidos a esta Santa Misa Dominical en el décimo segundo domingo del tiempo ordinario.

En el Evangelio de hoy, San Marcos comienza a mostrarnos algunos milagros de Jesús, después de la doctrina del domingo pasado. Así, con palabras y obras, Jesús va revelando que el Reino de Dios, la fuerza salvadora de Dios, ya está presente y que está actuando en este mundo.

Con la disposición de dejar que la fuerza salvadora de Dios se nos muestre hoy, comencemos la celebración de esta Santa Misa. 

«Calming of the storm» – Bernard Allen. @Fuente: bernardallenart.com

 ORACIÓN DE LOS FIELES

Sacerdote: Con la fe que nos ha renacido de la Palabra que hoy hemos escuchado, elevemos confiados nuestras plegarias al Señor.

1.     Por la Iglesia, para que siga mostrando al mundo, ante tantas adversidades, que al poder de Dios no hay fuerza que le supere y que podemos confiar en su auxilio. Roguemos al Señor.

2.     Por la paz de los pueblos, para que todos aprendamos a vivir en armonía y los gobiernos luchen por erradicar los signos de violencia. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes, para que presten atención a los ciudadanos más necesitados. Roguemos al Señor.

4.     Por todos los que sufren en el mundo, para que la fe en Dios todopoderoso les haga posible una vida más justa y plena. Roguemos al Señor.

5.     Por nuestra comunidad parroquial, para que aprendamos a obrar con valentía ante las adversidades de la vida, confiados en el auxilio divino en los momentos más oportunos. Roguemos al Señor.

Sacerdote: Señor y Dios Nuestro, escucha nuestros ruegos. Acrecienta en nosotros la fidelidad a Tu Palabra y el ejercicio de la caridad fraterna. Concédenos crecer como discípulos de tu Hijo, arraigados firmemente en tu Amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Exhortación final

 Hoy te bendecimos, Padre, por Jesucristo, tu Hijo,

señor de la creación y vencedor del mal y de la muerte.

Aunque a veces lo olvidemos, él camina siempre a nuestro lado

en las borrascas de la azarosa travesía del mar de la vida,

y nos dice: ¿Por qué dudáis, hombres y mujeres de poca fe?

 Gracias, Señor, porque Cristo nos acompaña y alienta con

la presencia de tu Espíritu, sin dejarnos solos ante el peligro.

 Haz que te descubramos, “Dios dormido y ausente”,

en medio de los múltiples proyectos, fracasos y aspiraciones,

cansancios y esperanzas, frustraciones y anhelos de tantos

hermanos, los hombres que sufren y esperan.

 Amén

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 340)