(13 de febrero de 2022)
(Jer 17, 5-8; Sal 1; 1 Cor 15, 12. 16-20; Lc 6, 17. 20-26)
(Se puede usar la Hoja Eucarística, de Manos Unidas, descargándola de Hoja Manos Unidas )
MONICIÓN DE ENTRADA
Un domingo más nos reunimos en amor y fraternidad para asistir juntos al gran milagro que el Señor hace por nosotros. La Mesa del Pan y de la Palabra nos acerca a Dios Nuestro Padre por el Sacrificio sin mancha de Jesús, su Hijo y hermano nuestro. Además, hoy, Jesús de Nazaret nos va a proponer encontrar la felicidad en lo más sencillo y lo más sincero. Es el reconocimiento de aquellos que sufren, que son pobres, que fabrican la paz o tienen el corazón completamente limpio.
Manos Unidas, en su 63ª Campaña Contra el Hambre en el mundo, nos invita a tener presentes a los millones de personas que la padecen y nos llama a tomar conciencia de la “desigualdad que alimenta el hambre” con el lema que acogemos: «Nuestra indiferencia los condena al olvido»
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Con la confianza puesta en el Señor traemos a su presencia nuestra pobreza, nuestro dolor, nuestra incomprensión, con la seguridad de que Él las transformará para llegar a ser “dichosos”.
1.- Por la Iglesia; para que, como Jesús, sienta compasión por esas personas que se sienten marginadas, que no cuentan, que son despreciadas... y les haga ver que está a su lado para ayudarles. Roguemos al Señor.
2.- Por el Papa, los obispos, los sacerdotes; para que muestren la dicha de trabajar por los valores del evangelio, aunque para ello haya que pasar dificultades. Roguemos al Señor.
4.- Por todos los que lloran a causa del dolor, del desamor, de la incomprensión; para que se den cuenta que esas lágrimas se pueden transformar en dicha buscando los verdaderos valores de confianza, perdón, generosidad, aceptación, y paciencia. Roguemos al Señor.
5.- Te pedimos por todos aquellos que sienten enfriar su fe, para que confiados en la resurrección de Cristo, vuelvan a revivir con gozo la esperanza de la salvación. Roguemos al Señor.
6.- Por las familias cristianas, para que el Señor las bendiga y las haga fuertes ante las adversidades del caminar diario. Roguemos al Señor.
7.- Por nosotros que nos hemos reunido en torno a la mesa del Señor, para que en ese Pan celestial encontremos la confianza segura en el Señor que nos ayude a alegrarnos ante las vicisitudes de este mundo. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Que te sean agradables, Señor, estas peticiones que con la mayor confianza hemos traído a tu presencia, para que tu bondad nos conceda lo que nosotros no podemos esperar con nuestros méritos.
Gracias, Señor Jesús, porque, proclamándolos dichosos,
asignas el reino de Dios y devuelves la dignidad y la esperanza
a todos los que el mundo tiene por últimos e infelices:
los pobres y los humildes, los que lloran y los que sufren,
los que tienen hambre y sed inagotables de fidelidad a Dios,
los misericordiosos que saben perdonar a quienes les ofenden,
los que proceden con un corazón limpio, noble y sincero,
los que fomentan la paz en torno y desechan la violencia,
los que son perseguidos por servir a Dios y al evangelio.
Tú fuiste, Señor Jesús, el primero en realizar tal programa.
Tú eres nuestro ejemplo y nuestra fuerza. ¡Bendito seas, Señor! Amén.
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