sábado, 19 de noviembre de 2022

Moniciones Domingo 34 del Tiempo Ordinario - Ciclo C

 Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

(20 de noviembre de 2022)

Monición de entrada:

Celebrar la fiesta de Cristo Rey es unir nuestro destino con el destino de este Rey; unir nuestras manos con las manos de este Rey. Convertir nuestro tiempo ordinario en extraordinario. Jesús mismo nos invita a ser esas “buenas manos”: sostener, acariciar, enjugar sudores y lágrimas, sanar, levantar del polvo a caídas, curar heridas, abrazar, danzar… Son acciones sencillas, cotidianas, que todos sabemos y podemos hacer.

La promesa de Jesús en la cruz sigue vigente, hoy podemos estar con Él. Ya sabemos el camino.

                                                                              Imagen de Cristo Rey, Salesianos de Mohernando (Guadalajara)

Oración universal: 

Sacerdote: Presentamos a Dios, en forma de súplica, la realidad de un mundo necesitado de ayuda y comprensión:

1.     Por la Iglesia, para que presente ante el mundo el testimonio auténtico del amor y del cuidado por los pobres. Roguemos al Señor.

2.     Por quienes creemos en Dios, pero no somos conscientes de ser una comunidad encargada de mantener la esperanza en el mundo, para que asumamos esa tarea. Roguemos al Señor.

3.     Por quienes acusan a Dios de ser poco sensible al dolor y querrían que hiciera prodigios contra los malos, para que comprendan que su silencio no es cobardía ni indiferencia sino invitación a otra solidaridad. Roguemos al Señor.

4.     Para que todos seamos más cercanos al dolor y nuestra liturgia sea expresión de esa preocupación. Roguemos al Señor.

5.     Por el fin de la guerra de Ucrania y de todas las demás guerras que asolan el planeta. Por los que sufren sus consecuencias. Roguemos al Señor.

6.     Para que el Dios de Jesús, el sencillo y comprometido, tenga un lugar central en nuestro corazón y sea Rey de nuestros sentimientos. Roguemos al Señor.

Sacerdote: Escucha, Dios bueno, nuestra oración, ella recoge siempre la situación de nuestro mundo. Atiende lo que te pedimos y danos lo que necesitamos. Por Jesucristo  

Después de la Comunión

(Tomado de Basilio Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995)

 

Hoy te alabamos, Padre del cielo, porque en la resurrección de tu Hijo, Cristo Jesús, lo constituiste Rey y Señor universal de todo lo creado con un poder y un reino eternos que no cesarán.

Gracias también, porque, a su vez, Cristo ha hecho de nosotros, los bautizados en él, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

Haz, Señor, que venga tu reino al mundo de los hombres, y danos la fuerza de tu Espíritu para mantener irrevocable nuestra entrega personal a la construcción de tu reinado en nuestro mundo: tu reino de verdad y de vida, tu reino de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz.

Así mereceremos alcanzar de ti el reino eterno con Cristo. Amén.

 

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