sábado, 26 de septiembre de 2020

Moniciones Domingo XXVI del Tiempo Ordinario (Ciclo A)

(27 de septiembre de 2020)

(Ez 18,25-28; Flp 2,1-11; Mt 21,28-32)

JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE

MONICIÓN DE ENTRADA

Celebramos en este domingo 26 del tiempo ordinario la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema «Como Jesucristo, obligados a huir», con la mirada puesta en los llamados desplazados internos. Dentro de esta denominación se incluye a los millones de hombres, mujeres y niños obligados

a migrar dentro de sus propios países por diversas causas: emergencias humanitarias, conflictos armados, perturbaciones del clima, violencia generalizada,

etc. Como señala el papa Francisco en el Mensaje para esta Jornada, a menudo el drama de estas personas queda invisibilizado, puesto que ocurre dentro de las propias fronteras, a lo que se suma que en este último tiempo su situación se ha visto doblemente agravada por la crisis mundial causada por la pandemia de la COVID-19.

 ORACIÓN DE LOS FIELES

(Introducción y conclusión por el sacerdote)

1.     Por la Iglesia, para que sepamos ser hogar fraterno para tantas personas desplazadas obligadas a huir de situaciones de injusticia, violencia o riesgo para sus vidas. Roguemos al Señor.

2.     Por los gobernantes, para que sepan promover leyes que protejan las vidas y la dignidad de las personas más vulnerables de la sociedad. Roguemos al Señor.

3.     Por las personas migrantes, por sus familias y comunidades de origen, para que puedan ejercer su derecho a permanecer en su propio país, gracias a un desarrollo económico, político y social adecuado. Roguemos al Señor.

4.     Por todos los presentes en esta celebración, para que podamos reconocernos entre los que van por delante en el camino hacia Dios a través de una vida de servicio en el amor. Roguemos al Señor.

5.     Por quienes no tienen trabajo, o lo ven peligrar, por causa de la pandemia, por los que están enfermos o se sienten solos, para que encuentren en los cristianos ayuda y solidaridad, y por su cercanía conozcan a Cristo y experimenten su salvación. Roguemos al Señor.

ORACIÓN PARA CONCLUIR LA EUCARISTÍA

(Del papa Francisco. Oración sugerida por el ejemplo de san José, de manera especial cuando se vio obligado a huir a Egipto para salvar al Niño)

Padre, Tú encomendaste a san José lo más valioso que tenías: el Niño Jesús y su madre, para protegerlos de los peligros y de las amenazas de los malvados.

Concédenos, también a nosotros, experimentar su protección y su ayuda.

Él, que padeció el sufrimiento de quien huye a causa del odio de los poderosos, haz que pueda consolar y proteger a todos los hermanos y hermanas que, empujados por las guerras, la pobreza y las necesidades, abandonan su hogar y su tierra, para ponerse en camino, como refugiados, hacia lugares más seguros.

Ayúdalos, por su intercesión, a tener la fuerza para seguir adelante, el consuelo en la tristeza, el valor en la prueba.

Da a quienes los acogen un poco de la ternura de este padre justo y sabio, que amó a Jesús como un verdadero hijo y sostuvo a María a lo largo del camino.

Él, que se ganaba el pan con el trabajo de sus manos, pueda proveer de lo necesario a quienes la vida les ha quitado todo, y darles la dignidad de un trabajo y la serenidad de un hogar.

Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que san José salvó al huir a Egipto, y por intercesión de la Virgen María, a quien amó como esposo fiel según tu voluntad. Amén.

 

sábado, 19 de septiembre de 2020

Domingo XXV del Tiempo Ordinario (Ciclo A)

 (20 de septiembre de 2020)

(Is 55,6-9; Flp 1,20c-24.27ª; Mt 20,1-16)

MONICIÓN DE ENTRADA

Sed bienvenidos todos a esta Eucaristía del Domingo. Hoy, Jesús de Nazaret nos enseña mediante la famosa parábola del viñador que la misericordia de Dios está siempre dispuesta a admitir a quien quiera ir a trabajar con Él, a su viña, no teniendo especial mérito si se incorpora antes o después. Todos recibirán la misma paga.

PETICIONES

Sacerdote: Te invocamos Señor, sabiendo que estás cerca, para presentarte estas necesidades del mundo y de la Iglesia.

1.     Por la Iglesia. Por el Papa Francisco. Para que intentemos llevar el mensaje del Señor a todos los pueblos de la tierra. Roguemos al Señor.

2.     Por los que no hacen nada por Dios. Por aquellos que se conforman con estar bautizados. Para que vuelvan al camino de la fe y se comprometan más con el Reino de Dios. Roguemos al Señor.

3.     Por los que en medio de la prueba de esta pandemia se sienten abatidos, para que descubran la fuerza de Cristo vivo y vean iluminado su camino. Roguemos al Señor.

4.     Por quienes no tienen trabajo, o lo ven peligrar, por causa de la pandemia, por los que están enfermos o se sienten solos, para que encuentren en los cristianos ayuda y solidaridad, y por su cercanía conozcan a Cristo y experimenten su salvación. Roguemos al Señor.

5.     Por nosotros. Para que sintamos la Eucaristía de cada domingo como aquella viña en la que el Señor pone su Palabra, nos alimenta y nos protege. Roguemos al Señor.

Sacerdote.: Padre, dueño de la viña, acoge estas plegarias que el pueblo te eleva y no dejes nunca de enviar obreros a tu mies. Por J.N.S.


EXHORTACIÓN FINAL

Hoy, Padre nuestro, oramos con la liturgia eclesial:

Hora de la tarde, / fin de las labores.

Amo de las viñas, / pago los trabajos de tus viñadores.

Al romper el día, / nos apalabraste.

Cuidamos tu viña, / del alba a la tarde.

Ahora que nos pagas, / nos lo das de balde.

Que a jornal de gloria / no hay trabajo grande.

Das al vespertino / lo que al mañanero.

Son tuya las horas / y tuyo el viñedo.

A lo que sembramos / dale crecimiento.

Tú que eres la viña, / cuida los sarmientos. Amén.

 

lunes, 14 de septiembre de 2020

Domingo XXIV del Tiempo Ordinario (Ciclo A)

13 de septiembre de 2020

MONICIÓN DE ENTRADA

Queridos hermanos. Cada vez que celebramos la Eucaristía, también estamos celebrando el sacramento de la reconciliación y del perdón. Así quiere Jesús que vivamos quienes creemos y esperamos en él, perdonando siempre y sin poner límite alguno, y compartiendo lo que somos y tenemos.

 ORACIÓN DE LOS FIELES:

Sacerdote: El perdón hacia el prójimo es fundamental para conseguir el perdón de nuestros pecados. Con esta disposición elevamos nuestra súplica al Padre:

1.     Por la Iglesia pecadora en sus miembros, que somos todos, para que, comprendamos que estamos llamados a la santidad de Cristo y nos esforcemos por buscarla. Roguemos al Señor.

2.     Para que sea posible lo que parece imposible: la reconciliación de unos y otros, sobre la base de la justicia, el respeto, la paciencia, el amor. Roguemos al Señor.

3.     Por todos los fieles, para que se sientan inspirados por el ejemplo de Cristo de ser agentes de amor y servicio a los necesitados durante esta pandemia, roguemos al Señor.

4.     Por los que en medio de la prueba de esta pandemia se sienten abatidos, para que descubran la fuerza de Cristo vivo y vean iluminado su camino. Roguemos al Señor.

5.     Por quienes no tienen trabajo, o lo ven peligrar, por causa de la pandemia, por los que están enfermos o se sienten solos, para que encuentren en los cristianos ayuda y solidaridad, y por su cercanía conozcan a Cristo y experimenten su salvación. Roguemos al Señor.

6.     Por todos nosotros para que nuestra conversión sea sincera y vivamos el espíritu del perdón al prójimo. Roguemos al Señor.

Sacerdote: Padre, la Iglesia y el mundo necesitan tu protección y consuelo. Atiende con generosidad las necesidades que te presentamos por Jesucristo Nuestro Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN:

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, 1993, p. 180)

 

Te bendecimos, Señor Dios, porque muriendo un una cruz,

Jesús nos mostró todo el amor, el perdón y la misericordia

que abriga tu corazón de Padre hacia nosotros tus hijos.

Así hizo posible que nos perdonemos como tú nos perdonas,

es decir, sin número límite de veces ni medida para el perdón.

Enséñanos, Señor, a vivir según tu Espíritu cada día,

de tal suerte que nuestro perdón a los hermanos que nos ofenden

sea para los demás un signo de tu amor y reconciliación.

Así mereceremos heredar la bienaventuranza de Cristo:

Dichosos los misericordiosos que saben amar y perdonar,

porque ellos alcanzarán misericordia, amor y perdón. Amén.

 

 

sábado, 5 de septiembre de 2020

BOLETÍN FAMILIA DE MURIALDO DE ESPAÑA - JUNIO-AGOSTO 2020



  PARA VER EL BOLETÍN, EN EL SIGUIENTE ENLACE:

 https://www.calameo.com/read/0042310328dd6a169e6fd

Domingo XXIII del Tiempo Ordinario (Ciclo A)

(6 de septiembre de 2020)

(Ez 33,7-9; Rom 13,8-10; Mt 18,15-20)

Si tu hermano peca (contra ti), repréndelo estando a solas los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano (Mt 18,15).

ENTRADA

Queridos hermanos. La liturgia de este domingo contempla la recuperación comunitaria del pecador mediante la corrección fraterna.  El pecado es una realidad en la comunidad cristiana; pues no es la Iglesia una asamblea de ángeles, seres impecables, sino de hombres y mujeres que, en medio de limitaciones y flaquezas humanas, caminan unidos como hermanos hacia Dios.

Ahora nos disponemos a celebrar la Eucaristía.  La presencia de Jesús se nos hará aún más fuerte, primero en la palabra que escucharemos y, segundo, en el Pan y el Vino (convertidos en su cuerpo y su sangre) que recibiremos como alimento de vida eterna.

ORACIÓN DE LOS FIELES.-  Como hemos escuchado en el Evangelio, pongámonos de acuerdo para pedir al Señor:

1.     Te pedimos por el Papa, por los obispos, los sacerdotes y todos los miembros consagrados de la Iglesia para que, siendo fieles a esa consagración, muestren el amor de Cristo a los hombres. Roguemos al Señor.

2.     Por todos los cristianos, llamados a vivir con fidelidad la buena noticia de Jesús. Que sepamos corregir a los hermanos siempre con el espíritu del evangelio. Roguemos al Señor.

3.     Por las personas que están pasando por momentos de duda, de cansancio, de desorientación, de vacío humano. Roguemos al Señor.

4.  Por todos los fieles, para que se sientan inspirados por el ejemplo de Cristo de ser agentes de amor y servicio a los necesitados durante esta pandemia, roguemos al Señor.

 

5.  Por los que en medio de la prueba de esta pandemia se sienten abatidos, para que descubran la fuerza de Cristo vivo y vean iluminado su camino. Roguemos al Señor.

6.     Por los que reaccionan mal ante la corrección fraterna: Para que descubran que son parte de una gran familia, y que deben responder de sus actos ante Dios y ante la comunidad. Roguemos al Señor.

7.   Por todos nosotros: Que estemos a la altura de las exigencias de Jesús y sepamos ayudarnos unos a otros en el camino de la conversión. Roguemos al Señor.

Sacerdote: Escucha, Señor, esta oración que te hemos presentado aquí en la tierra y concédenos lo que consideres en el cielo. Por JCNS 
 

 DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Bendito seas, Dios Padre misericordioso y comprensivo,

porque donde dos o tres nos reunimos en nombre de Jesús

allí está él en medio de nosotros acompañándonos  con tu Espíritu.

Una vez más, nos reconocemos pecadores ante ti, cada uno

personalmente y todos juntos como comunidad de fe y conversión.

Con la fuerza de tu gracia y de tu amor queremos enmendarnos

y mejorar, caminando juntos como hermanos hacia ti.

 

Haz, Señor, que nos ayudemos mutuamente en este empeño

mediante la corrección fraterna que brota del amor que nos une.

Danos comprensión, paciencia, tolerancia y talante dialogal

ante los inevitables fallos humanos, propios y ajenos. Amén.