Moniciones Domingo 4º de Pascua - Ciclo C -

 (8 de mayo de 2022)

Hch 13, 14. 43-52; Ap 7, 9. 14-17; Jn 10, 27-30.

1. MONICIÓN DE ENTRADA

HERMANOS: seguimos celebrando con gran alegría la PASCUA DEL SEÑOR. Hoy, el Resucitado, se nos presenta como el BUEN PASTOR.

Su voz es para nosotros un motivo para vivir, creer y confiar.

Su bastón, o cayado, es para todos los cristianos, la seguridad de que, con Jesús, estamos llamados a una vida eterna. ¿Quién nos puede ofrecer eso si no es Jesús?

CELEBREMOS CON GOZO NUESTRA EUCARISTIA DOMINICAL.

 

                                                                          (Marko Ivan Rupnik, parroquia de El Salvador, Guadalajara, España)

2. PETICIONES

 Sacerdote: Oremos a Dios padre con corazón de hijos, diciendo: ESCUCHANOS, PADRE.

 1.     Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que, como el buen Pastor, vivan pendientes de todas sus ovejas. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

2.     Por la Iglesia. Para que nunca falten hombres y mujeres dispuestos a dar su vida por el Evangelio. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

3.     Por los matrimonios cristianos, especialmente aquellos que viven momentos de turbación o falta de entendimiento, para que el Señor se haga presente en sus corazones y sientan el cuidado y la atención del Buen Pastor. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

4.     Por los que se han marchado lejos del camino de la fe. Para que vuelvan al encuentro con el Señor. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

5.     Pidamos por tantos padres que se preocupan de que sus hijos reciban la primera comunión para que se preocupen también de educarlos en la fe. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

6.     Pidamos por los sacerdotes de nuestra parroquia. Para que el Señor les dé fuerza para seguir adelante en el anuncio del Reino de Dios. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

7.     Para que se termine la guerra. Para que nos perdones la guerra. Oremos. ESCÚCHANOS, PADRE.

Sacerdote: Escucha, Padre de Bondad, nuestras súplicas y con tu brazo de Pastor, guíanos hacia fuentes de aguas vivas. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

 3. Exhortación FINAL

Bendito seas, Padre, porque cuidas de tu pueblo con amor y por medio de Cristo lo proteges y le das vida en abundancia. Tú ha constituido a Jesús sacerdote y pastor de la Iglesia, y nadie podrá arrebatarle las ovejas que tú le has encomendado.  Te damos gracias porque Cristo confió su misión pastoral a hombres sacados del pueblo para transmitir tu palabra, administrar los sacramentos y presidir la comunidad de fe, sirviendo a sus hermanos con amor y solicitud pastoral. Así perpetúa Jesús, el Buen Pastor, su pastoreo entre nosotros.  Pero la mies es mucha y los trabajadores son pocos. Te pedimos, Señor, que envíes vocaciones a tu Iglesia.