Moniciones Domingo 7º de Pascua -Ciclo C -

 (29 de mayo de 2022)

Hech 1, 1-11; Ef 1, 17-23: Lc 24, 46-53

MONICIÓN DE ENTRADA:

 

Celebramos la Eucaristía en el Domingo de la Ascensión del Señor. Jesús ya ha realizado su tarea, ha sido el testigo por excelencia de la bondad de Dios.

Jesús sólo piensa en que llegue a todos los pueblos el anuncio del perdón y la misericordia de Dios. También hoy es posible buscar el bien, hacer el bien, difundir el bien. Es posible trabajar por un mundo más humano y un estilo de vida más sano, más evangélico.

Que esta Eucaristía, nos ayude a mantener viva la esperanza.

ORACIÓN DE LOS FIELES: 

1.     Por la Iglesia, para que sea cauce y portavoz de las aspiraciones y esperanzas del mundo, especialmente de las personas más débiles y necesitadas, a quienes no se les escucha. Roguemos al Señor

2.     Por los frutos de la Jornada Mundial de las Comunicaciones y por el incremento de la transmisión de la Palabra de Dios por Internet y por todas las nuevas tecnologías. Roguemos al Señor.

3.     Por la humanidad sufriente; por las personas que han perdido la esperanza; por los cansados de vivir; por los que necesitan motivos para seguir trabajando y luchando. Que en la Ascensión del Señor puedan vislumbrar un anticipo del triunfo que Dios tiene preparado para los suyos. Roguemos al Señor.

4.     Por todos los que trabajan y se esfuerzan por hacer un mundo de hermanos, por todos los que sueñan con cauces de paz, por todos los que dedican su tiempo a los demás. Que el Dios de bondad bendiga sus esfuerzos. Roguemos al Señor.

5.     Por los niños y niñas que han recibido por primera vez a Jesús Eucaristía, y por sus familias, para que crezcan en el seguimiento de Cristo. Roguemos al Señor.

6.     Para que creamos que es posible trabajar por el mundo que Dios quiere. Roguemos al Señor.

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

(Tomado de B. Caballero: La Palabra domingo a domingo, San Pablo, Madrid).

Dios Padre nuestro, hoy se llena de júbilo nuestro corazón

por la glorificación de Cristo Jesús.  Él es el hombre nuevo;

y en su exaltación gloriosa es dignificada la naturaleza humana.

Por todo ello alabanza a ti, y gozo y esperanza para tus hijos:

Donde está Él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar nosotros.

 

Ilumina los ojos de nuestro corazón para que comprendamos

cuál es la esperanza a la que nos llama en Cristo resucitado

y cuál la riqueza de la gloria que tú das a tus elegidos.

 

Mientras tanto, queremos cumplir la tarea que Él confió:

anunciar a todos la buena nueva de tu amor de tu salvación.

Danos la luz y la fuerza de tu Espíritu para esta misión. Amén.