(17 de julio de 2022)
MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, en el domingo, día del Señor, nos volvemos a reunir para celebrar juntos la Santa Misa. Continuamos los domingos del tiempo ordinario para conocer más a Cristo y darle nuestra mejor respuesta. Él nos pide que pongamos todo nuestro esfuerzo en escuchar su Santa Palabra y responder a su invitación a que seamos hospitalarios.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: Oremos a Dios Padre que prepara casa a los desvalidos.
1. Por nuestro Santo Padre el Papa, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que primero procuren las cosas del Señor y las enseñen así a los fieles, Roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes, para que comprendan que el mundo no se puede conducir sin Dios y busquen por todos los medios que se restablezca la paz en el mundo, Roguemos al Señor.
3. Por los más queridos de Dios, los pobres y todos los que sufren por cualquier causa. Para que nunca les olvidemos, y hagamos todo lo que esté en nuestra mano para ayudarles en su necesidad. Roguemos al Señor.
4. Para que sepamos unir la acción y la oración, el amor a Dios y al prójimo, fundamental en nuestra vida cristiana. Roguemos al Señor.
5. Por quienes se afanan excesivamente por las cosas materiales, para que comprendan que "no sólo de pan vive el hombre", Roguemos al Señor.
Sacerdote: Concédenos, Señor, todo lo que necesitamos para vivir en tu presencia. Por Jesucristo.
ORACION DE ACCION DE GRACIAS
(Tomado de B. Caballero: La Palabra Cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 548)
Te bendecimos, Señor Jesús, porque en tu vida supiste unir la contemplación y la acción en equilibrio exacto, dándonos ejemplo de oración y comunicación con Dios, así como de entrega incondicional a la liberación de los hombres.
Enséñanos, Señor, a dedicar tiempo, silencio y atención para escuchar y asimilar tu palabra, como María en Betania, buscando cada día y ante todo el reino de Dios y su justicia.
Ayúdanos a salir victoriosos en este
empeño y concédenos, Señor, la diligencia solícita y la servicialidad acogedora
de Marta, lo mismo respecto de ti, de tu evangelio y de tu palabra de vida que
de nuestros hermanos, los hombres más necesitados. Amén.
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