sábado, 2 de julio de 2022

Moniciones del Domingo 14 del Tiempo Ordinario - Ciclo C

                                                                 (3 de julio de 2022)

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a la celebración de la Eucaristía en el día del Señor.

Hoy vamos a escuchar un discurso de Jesús a un grupo numeroso de discípulos a los que envía para que colaboren con él en transmitir el Evangelio.

Que en este tiempo de descanso experimentemos el silencio y la tranquilidad para reconstruir nuestra paz interior, así se lo pedimos al Señor.

 


ORACIÓN DE LOS FIELES

Sacerdote: Invoquemos, hermanos, la Misericordia de Dios Padre, para el Pueblo Santo de Dios y para todos los hombres y mujeres de la Tierra. 

1-    Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que su buen ejemplo haga de nosotros siervos fieles de Nuestro Señor. Roguemos al Señor.

2-    Por quienes rigen los Gobiernos del mundo y por aquellos que trabajan en los organismos internacionales, para que el Espíritu Santo los ilumine con propuestas de paz y concordia. Roguemos al Señor.

3-    Para que cuantos vamos dando pasos por el camino de la fe, anunciemos, con palabras y actitudes, la paz, la justicia, la libertad y el amor de Dios a todos. Roguemos al Señor.

4-    Para que los conductores sean prudentes en la carretera y responsables para ponerse en el volante en buenas condiciones. Roguemos al Señor. 

5-    Por los pobres, los marginados, los ancianos, los abandonados, los enfermos de cuerpo y alma, para que puedan encontrar en nosotros la acogida y la atención que les haga vivir con más alegría y esperanza. Roguemos al Señor.

6-     Por quienes están disfrutando de unas vacaciones, para que aprovechen para disfrutar de la familia y amigos, y convivan de manera alegre, participativa y relajada. Roguemos al Señor.

Sacerdote: Concede, Dios Padre de todos, lo que este pueblo reunido en tu nombre te pide con fe. Por JCNS.

ACCIÓN DE GRACIAS:

Te bendecimos, Padre, Dios de los apóstoles y profetas,

por Jesús, tu primer enviado en misión de paz y amor,

para anunciar a los pobres la buena nueva de la liberación,

para curar a los enfermos y cosechar la mies abundante.

 

Cristo Jesús delegó su misión a los suyos, a nosotros;

desde entonces evangelizar es la dicha y vacación de la Iglesia.

Jesús nos quiere disponibles, con la libertad de la pobreza,

para compartir con los demás lo que tú mismo nos regalas.

 

Libéranos, Señor, de nosotros mismos, de tanto bagaje

y peso inútil, que nos instala y entorpece, para que no perdamos

el ritmo de la misión ni ahoguemos tu Espíritu en nosotros. AMÉN.

 

 


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