sábado, 22 de julio de 2023

Moniciones domingo 16 del Tiempo Ordinario - Ciclo A -

23 de julio de 2023)

Sab 12, 13. 16-19.   Rom 8, 26-27. Mt 13, 24-43. 

Monición de entrada

Queridos hermanos y hermanas: Las lecturas de este domingo nos quieren hacer una seria advertencia sobre la manera en que tenemos que afrontar nuestra participación en el mundo.  Una manera espontánea es la de dividir a la humanidad en dos grandes bandos: los malos y los buenos. 

 Jesús viene a instaurar el reinado de Dios, no como un juez que separa a los malos de los buenos: no excluye a nadie: todos son convocados, todos pueden entrar en él.

Que el Señor Jesús, que nos ha convocado hoy para celebrar la Eucaristía, nos abra los oídos para que podamos escuchar y comprender el mensaje de paciencia y de amor que Él nos trae en su Palabra.


Oración de los fieles

SACERDOTE: Como brotes de cizaña esperamos de la paciencia y de la misericordia de Dios Padre que podamos convertiros y pasar a ser granos de buen trigo.

1.     Pedimos por el Papa Francisco, que lleva el timón de la Iglesia, para que el soplo del Espíritu guíe sus pasos y le ilumine en sus decisiones. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.     Por los obispos, los sacerdotes y diáconos, para que siempre se fundamenten en los apóstoles. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.     Para que demos gracias al Espíritu que viene en ayuda de nuestra debilidad e intercede por nosotros. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.     Por los que viajan en estos días: para que los conductores sean prudentes y todos lleguen bien a sus destinos. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.     Para que la justicia humana favorezca la recuperación de las personas con dificultades sociales, ROGUEMOS AL SEÑOR.

6.     Por los enfermos, los ancianos que viven solos, los que sufren, para que todos reciban de los hermanos consuelo y ayuda. ROGUEMOS AL SEÑOR.

7.     Por los que rigen las naciones, para que lleguen a acuerdos de paz y se ponga fin a la guerra. ROGUEMOS AL SEÑOR.

8.     Por nosotros, presentes en la Eucaristía, para que recibamos la bendición y conversión que el Padre nos ofrece siempre. ROGUEMOS AL SEÑOR.

SACERDOTE: Acepta, Dios nuestro, estas peticiones que te dirigimos con fe, esperanza y amor. Por Jesucristo N. S. Amén

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, 1993)

Bendito seas, Señor, Dios paciente y misericordioso, porque tu soberanía universal te hace perdonar a todos.

Siendo soberano poderoso, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres.

Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento y gratificas tu perdón de Padre.

Haz, Señor, que sepamos asumir nuestras propias limitaciones y las de nuestros hermanos, como tú nos aceptas a todos.

Y, puesto que tu reino nos necesita como servidores invulnerables al desaliento: ayúdanos con la fuerza de tu Espíritu. Amén.

 

 

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