viernes, 14 de agosto de 2020

Asunción de la Virgen María

(15 de agosto de 2020)

(Apoc 11,19; 12,1-6.10; 1Cor 15, 20-26; Lc 1,39-56; Vigilia, Lc 11,27-28)

 

MONICIÓN DE ENTRADA

Hoy celebramos una gran fiesta que se conmemora con gran entusiasmo en todo el orbe cristiano. Es la Asunción de la Virgen María a los Cielos. Estamos contentos porque sabemos que la Madre de Jesús y Madre nuestra está en los cielos en cuerpo y alma por decisión de su Hijo, Jesús, Nuestro Señor. El Amor y la Fe nos muestran esa bella realidad. Iniciemos, pues, con gran emoción y gratitud la gran fiesta de nuestra Madre, de la Virgen María.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

Padre, en este día en que nuestra esperanza se ve acrecentada con la celebración de la Asunción de María, te presentamos por su mediación estas suplicas.

1.     –Por el Papa, para que guíe a la Iglesia con el cariño y la dulzura con que María guiaba los primeros pasos de Jesús. OREMOS

2.     –Por los gobernantes para que como hacía María, mediten sus decisiones a la Luz del Señor. OREMOS

3.     – Por los matrimonios cristianos, para que se cuiden mutuamente como lo hacían los miembros de la Sagrada Familia. OREMOS

4.     – Por los enfermos, los ancianos que viven solos,  y todas las víctimas de la pandemia, para que María les ayude en su sufrimiento y sean fieles a Cristo. OREMOS.

5.     Por los que sufren, para que María les ayude en su sufrimiento y sean fieles a Cristo aún al pie de la cruz. OREMOS

6.     – Por los que disfrutan de sus vacaciones, para que esta fiesta de hoy sea un faro que ilumine este tiempo de relax. OREMOS

7.     – Por nosotros que anhelamos la felicidad eterna, para que esta celebración nos aliente pensando en que un día llegaremos a la casa del Padre. OREMOS

Padre, que la celebración de esta fiesta ilumine la esperanza de todos los hombres y nos volvamos hacia tu Hijo por mediación de María. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

EXHORTACIÓN FINAL

Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 630)

Dios de los pobres, de los humildes y de los olvidados,

Hoy te bendecimos con María de Nazaret, la madre de Jesús,

Porque tu misericordia llega a tus fieles de generación

En generación, invirtiendo el viejo orden establecido

Y haciendo justicia a los menospreciados y los oprimidos.

 Con María ha llegado un cambio decisivo en la historia,

Al  encarnarse Cristo en la vida y conciencia de los pobres,

Destinatarios preferidos de la liberación mesiánica de Dios.

¡Gracias, Señor! Ayúdanos a asimilar los valores de tu reino:

Pobreza y vacío de sí mismo en vez de prepotencia y orgullo,

Fraternidad y solidaridad en vez de explotación y dominio. Amén.

 

 

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