Se puede descargar el guión litúrgico del Domund 2022 en este enlace:
(23 de octubre de 2022)
(Eclo 35,12-14.16-19ª; Sal 33; 2 Tim 4,6-8.16-18; Lc 18,9-14)
Monición de entrada
|
Oración de los fieles |
Hechos testigos de Cristo por la fuerza del Espíritu Santo, ponemos ante el Corazón lleno de misericordia de nuestro Dios todas nuestras necesidades: |
1. Por la Iglesia, para que sea cada vez más consciente de que su
cometido fundamental es "dirigir la mirada de toda la humanidad hacia
el misterio de Cristo". Roguemos al Señor.
2. Por nuestros pastores, de manera especial por el papa Francisco y por nuestro obispo (N.), para que no dejen de predicar a Cristo crucificado, único Redentor del hombre. Roguemos al Señor. 3. Por los misioneros, para que se dejen modelar por el Espíritu Santo como auténticos testigos de Cristo, con la docilidad de la Virgen María. Roguemos al Señor. 4. Por los jóvenes, para que se ofrezcan a ser testigos del Resucitado y constructores de la "civilización del amor". Roguemos al Señor. 5. Por todos aquellos que aún no conocen a Jesucristo, para que descubran que solo en Él somos liberados de toda forma de alienación, de extravío y de la esclavitud del pecado. Roguemos al Señor. |
Ofertorio
· Ponemos, Señor, sobre el altar esta ofrenda de vino, que será transformado en tu Sangre. Queremos ser testigos del amor que te llevó a entregar tu vida por nuestra salvación. |
· Ponemos, Señor, sobre el altar esta ofrenda de pan, que será transformado en tu Cuerpo. Queremos ser testigos de la consoladora verdad de tu presencia real en la Eucaristía.
· Ponemos, Señor, sobre el altar esta ofrenda de agua. Unida al vino, también ella será transformada en Eucaristía. Nosotros deseamos ser transformados en Ti para poder ser tus testigos.
Después
de la Comunión
(Tomado
de Basilio Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1995)
Gracias,
Padre, por la lección de conversión que hoy
nos da Jesús en la parábola del fariseo y del publicano.
Haznos, Señor, entender que somos tan fariseos como pecadores,
tan hipócritas como mezquinos, tan necios como soberbios.
Nosotros encasillamos de una vez por todas a los demás,
pero tú eres el que brinda siempre una segunda oportunidad.
Tú crees en el hombre a pesar de todo, porque tu misericordia,
tú compasión, tu paciencia, tu amor y tu perdón no tienen límite.
Líbranos, Señor, de la religiosidad de escaparate,
y haz que la brisa de tu ternura oree nuestro yermo corazón
con la esperanza y el gusto de tu banquete de fiesta. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario