Monición de entrada
Hermanos: en este domingo vigésimo noveno del tiempo ordinario, la Iglesia nos anima a seguir a Jesús recorriendo el mismo camino que hizo él: en el amor, la humildad y la obediencia a Dios. Dentro de dos años, en octubre de 2023, se celebrará el sínodo de los obispos, que es una reunión de una representación de los obispos del mundo entero, donde se reflexionará sobre la importancia de que toda la Iglesia camine unida —eso es lo que significa la palabra «sínodo» desde las claves de la comunión, la participación y la misión.
En este domingo se abre en las diócesis de todo el mundo, y también en la nuestra, la fase preparatoria diocesana de este sínodo de los obispos. Por eso, queremos unirnos espiritualmente a nuestro obispo y a todas las diócesis del mundo y pedir por los frutos de este tiempo de gracia que se abre para toda la Iglesia.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Sacerdote: A Dios, nuestro Padre, que con amor rige los destinos de su Iglesia, presentemos confiadamente nuestra oración.
1. Para que Dios dé su gracia, ilumine con su Espíritu y revista con su fuerza al santo padre el papa Francisco e ilumine a los pastores y fieles en esta fase diocesana del Sínodo de los Obispos que hoy comienza. Oremos.
2. Para que con sabiduría y prudencia la Iglesia sepa actualizar el mensaje de Cristo según las necesidades de nuestro tiempo. Oremos.
3. Para que los pueblos y naciones de la tierra progresen en la solidaridad, la paz y en toda clase de bienes materiales y espirituales. Oremos.
4. Para que los pobres y los humildes encuentren en la Iglesia y en cada cristiano una mano tendida a su sufrimiento. Oremos.
5. Para que nosotros y todos los hijos de la Iglesia, participando en la medida de nuestras posibilidades en la preparación del próximo Sínodo, crezcamos en la comunión y en la caridad, caminando juntos con los ojos fijos en Cristo. Oremos.
Sacerdote: Bendice, Dios y Padre nuestro, a tu siervo el papa Francisco, a los obispos, sacerdotes y diáconos, a los religiosos y a todos los fieles, y concédeles caminar juntos en la comunión mutua, la participación de todos y el ardor de la misión.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Exhortación final:
(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada domingo, San Pablo, España, 1993, p. 391)
Te damos gracias, Señor Dios, Padre nuestro, por llamarnos Al seguimiento de Cristo, que inauguró un mundo nuevo en el que Los primeros y los más grandes son los que sirven a los demás.
Haz, Señor, que asimilemos la enseñanza y el ejemplo de Jesús, Y optemos por unas relaciones fraternas de amor y mutuo servicio, Desechando como fardo inútil nuestra supuesta importancia, Aceptando con alegre sonrisa a los demás tal como son Y compartiendo las penas, los gozos y las esperanzas de todos.
Cúranos, Señor, de nuestro egoísmo, soberbia e intolerancia, Pues, queremos vivir al estilo de Jesús: amar sin pasar factura Y servir en tu nombre a todos los hermanos sin distinción. Amén. |
ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Estamos ante ti, Espíritu Santo,
reunidos en tu nombre.
Tú, que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros,
apóyanos,
entra en nuestros corazones.
Ensénanos el camino,
muéstranos cómo alcanzar la meta.
Impide que perdamos el rumbo
como personas débiles y pecadoras.
No permitas que
la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento,
para que no dejemos que nuestras acciones se guíen
por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti,
para que no nos desviemos del camino
de la verdad y la justicia,
sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos
por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti,
que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo
por los siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario