(25 de diciembre de 2021)
(Is 52,7-10; Heb 1,1-6: Jn 1,1-18)
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Feliz Navidad! Este es nuestro deseo sincero en este día grande para toda la humanidad. Hoy es Navidad, hoy celebramos que Dios se ha hecho hombre, que no ha tenido reparos en descender de su grandeza para compartir nuestra pequeñez y auparnos a la vida.
Por eso hoy es un día grande no sólo para nosotros, seguidores de Jesús, sino para toda la humanidad. Desde Jesús de Nazaret, la historia ya no es la misma. Nuestra carne mortal, la de todo hombre, ha sido traspasada por un rayo de divinidad. Puede que muchas cosas sigan más o menos como antes. Pero ahora, todo es diferente.
Llenos de gratitud, comenzamos la celebración de la Eucaristía.
PETICIONES
Sacerdote: Hermanos, al celebrar el nacimiento de Jesucristo, oremos a Dios nuestro Padre que ha proclamado la gloria en el cielo, la paz en la tierra y la renovación en todo el universo:
1. -Para que la Iglesia sea signo vivo entre los hombres del amor de Dios con sus palabras y obras. Roguemos al Señor.
2. -Para que en todas las naciones reine la paz y crezca la fraternidad entre todos los hombres. Roguemos al Señor.
3. -Para que todos los que viajan estos días lleguen felizmente a sus destinos y, terminadas las fiestas, puedan continuar con sus trabajos. Roguemos al Señor.
4. -Para que quienes no pueden disfrutar de toda la alegría de estos días a causa del dolor, de la enfermedad o de la soledad, no pierdan la esperanza de alcanzar un día un gozo sin fin. Roguemos al Señor.
5. -Para que nuestra comunidad parroquial comparta su alegría con los menos afortunados. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Escucha, Padre, a estos hijos tuyos, reunidos para celebrar el nacimiento de tu Hijo y haz que los que sufren encuentren consuelo en la presencia de tu Hijo entre nosotros y en el amor fraterno de los hombres. Por Jesucristo.
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alegres te bendecimos, Padre, porque hoy es Navidad,
día del nacimiento de Cristo. Él es Dios-con-nosotros,
Él es tu oferta de salvación para todos los hombres.
Loco por nosotros, quieres ganarte nuestro amor esquivo; por eso aparece Jesús como un bebé para que lo comamos a besos.
Haz, Señor, que la revelación de este misterio asombroso de la encarnación de dios, como Niño que es regalo de amor y signo de tu ternura y de tu vida ofrecida al hombre, encienda nuestro frío corazón en amor a ti y los hermanos.
Así conseguiremos que sea Navidad en nuestro bajo mundo, y realizaremos tu programa de paz, amor y fraternidad. AMÉN.
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