sábado, 26 de agosto de 2023

Moniciones Domingo 21 del Tiempo Ordinario - Ciclo A -

 27 de agosto de 2023

Monición de Entrada

Queridos hermanos. Este domingo, nos vamos a encontrar con una pregunta muy comprometida hecha por Jesús a cada uno de nosotros: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? No es fácil contestar pero es necesario hacérnosla.

La vida con Dios tiene otra perspectiva porque Él es esperanza y ánimo.

Que la Eucaristía nos ayude a descubrir la imagen que tenemos de este Jesús que nos interroga.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

Sacerdote: Padre, tu eterna sabiduría gobierna la tierra, pero nuestras limitaciones y angustias no nos dejan reconocerlo. Necesitamos saber que no nos abandonas.

 

1.      Asiste, Padre, con tu sabiduría la labor del Papa y los sacerdotes para que siempre sean los fieles colaboradores que el Reino necesita.

Roguemos al Señor.

2.      Asiste, Padre, con tu Luz a todos los gobernantes de la tierra, para que procuren la paz, vean claras las necesidades de sus gentes y las atiendan con prontitud.

Roguemos al Señor.

3.      Asiste, Padre, con tu fortaleza a aquellos que sufren o están desesperanzados, para que, con tu ayuda, venzan sus males y sufrimientos.

Roguemos al Señor.

4.      Asiste, Padre, con tu amor a todos los hogares del mundo, para que éste cree la atmósfera propicia para la difícil convivencia.

Roguemos al Señor.

5.      Asiste, Padre, a los que en medio de la prueba de esta pandemia se sienten abatidos, para que descubran la fuerza de Cristo vivo y vean iluminado su camino. Roguemos al Señor.

6.      Asiste, Padre, con tu Verdad a todos los que nos reunimos cada domingo ante el altar de la Eucaristía, haz que un día gocemos con la dicha de tu presencia.

Roguemos al Señor.

Sacerdote: Padre, no dejes a tu Iglesia que es la obra de tu Hijo, inspírala y aliéntala para que crezca y convierta a muchos que andan descarriados. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

EXHORTACIÓN FINAL

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, 1993, p. 171)

Señor Jesús, también hoy nos preguntas a nosotros:

¿Quién dicen que soy yo? O mejor: ¿Quién soy yo para vosotros?

En medio de un mundo que prefiere ídolos y promesas de engaño

te confesamos hijo de Dios y único salvador del hombre.

¿A quién otro podemos seguir, Señor, que no nos defraude?

Solamente tú tienes palabras y hechos de vida eterna.

 

Te creemos resucitado y vivo en el mundo, hoy como ayer,

Y estamos seguros: vives en nosotros por medio de tu Espíritu.

Concédenos conocerte a fondo por la fe, la amistad y la oración;

y haz que, queriendo a nuestros hermanos, nos entreguemos

a la fascinante tarea de amarte apasionadamente. Amén.

 

 

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